La cuota de mercado de los vehículos electrificados en España sigue por debajo de la media europea

Los datos de enero de 2024 muestran un crecimiento del 11,6% en las ventas de coches eléctricos e híbridos, pero aún insuficiente para cumplir con los objetivos de descarbonización

Los vehículos electrificados, es decir, los que funcionan con electricidad o con una combinación de electricidad y otro combustible, siguen ganando terreno en el mercado español. Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM), en enero de 2024 se matricularon 18.500 turismos electrificados, lo que supone un 11,6% de la cuota de mercado y un incremento del 38,2% respecto al mismo mes del año anterior.

Estas cifras confirman la tendencia al alza que se viene observando desde hace varios años, impulsada por la mayor concienciación ambiental de los consumidores, las ventajas fiscales y los planes de ayuda públicos, como el Plan MOVES III, que destina 400 millones de euros a la compra de vehículos de bajas emisiones. Además, la oferta de modelos electrificados se ha ampliado y diversificado, ofreciendo opciones para todos los gustos y necesidades.

Sin embargo, a pesar de este avance, España aún está lejos de alcanzar los niveles de penetración de los vehículos electrificados que se registran en otros países europeos. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), la cuota de mercado de los coches eléctricos e híbridos en la Unión Europea fue del 22% en 2023, más del doble que en España. Países como Suecia, Noruega, Países Bajos o Francia superan ampliamente el 30% de cuota, mientras que Alemania, el mayor mercado automovilístico de Europa, se sitúa en el 26%.

Los retos para impulsar la movilidad eléctrica en España

Los expertos coinciden en que el ritmo de crecimiento de los vehículos electrificados en España es insuficiente para cumplir con los objetivos de descarbonización establecidos por la Unión Europea y por el propio Gobierno español. Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), en 2030 debería haber 5,5 millones de vehículos electrificados circulando por las carreteras españolas, frente a los cerca de 465.000 actuales. Esto supone multiplicar por más de diez el parque actual en menos de una década.

Para lograr esta meta, se requiere un esfuerzo conjunto de todos los agentes implicados: administraciones públicas, fabricantes, distribuidores, operadores de infraestructuras y consumidores. Entre los principales retos que se plantean, se encuentran los siguientes:

• Reducir el precio de los vehículos electrificados, que aún son más caros que los de combustión interna, y ofrecer facilidades de financiación y leasing.
• Ampliar y mejorar la red de puntos de recarga, tanto públicos como privados, para garantizar la autonomía y la seguridad de los usuarios.
• Fomentar la educación y la información sobre las ventajas y el funcionamiento de los vehículos electrificados, para romper las barreras psicológicas y culturales que aún existen.
• Armonizar la normativa y la fiscalidad a nivel nacional y autonómico, para evitar la disparidad de criterios y la inseguridad jurídica.
• Impulsar la innovación y la competitividad del sector automovilístico español, para adaptarse a los cambios tecnológicos y a las demandas del mercado.

La movilidad eléctrica es una oportunidad para avanzar hacia un modelo de transporte más sostenible, eficiente y respetuoso con el medio ambiente. También es un desafío que requiere de una visión estratégica y de una acción coordinada. España tiene el potencial para convertirse en un referente en este ámbito, pero necesita acelerar el paso para no quedarse atrás.