Pedraza, el pueblo amurallado que está entre los más bonitos de España

Pedraza es una villa medieval situada en la provincia de Segovia, a unos 130 kilómetros de Madrid. Es uno de los pueblos más bonitos y románticos de España, gracias a su impresionante casco histórico, declarado Conjunto Monumental en 1951. Sus calles empedradas, sus casas blasonadas, su Plaza Mayor y su castillo son algunos de los atractivos que hacen de Pedraza un destino ideal para una escapada rural.
Un poco de historia
El origen de Pedraza no se conoce con exactitud, pero se han encontrado restos de población prehistórica en los valles que rodean al río Cega, así como cerámica hecha a mano junto a la explanada del castillo, que datan del siglo IV a. C. También se ha hallado una cueva con grabados rupestres paleolíticos, conocida como la Cueva de la Griega, que es uno de los santuarios más sobresalientes de la meseta castellana.
Pedraza fue conquistada por los romanos, los visigodos y los árabes, hasta que fue reconquistada por el rey Alfonso VI en el siglo XI. En el siglo XIII, el rey Alfonso X el Sabio le concedió el fuero de Sepúlveda, que le otorgaba privilegios y autonomía. En el siglo XIV, el rey Pedro I el Cruel le entregó el señorío de Pedraza a su favorito, Juan Fernández de Tovar, cuya familia mantuvo el dominio del pueblo hasta el siglo XVIII. Durante este periodo, Pedraza vivió su época de esplendor, gracias a la fabricación de tejidos de alta calidad, que competían con los de Flandes. También se construyeron muchos de los edificios y monumentos que hoy se pueden admirar, como el castillo, la iglesia, la cárcel o la muralla.
Qué ver y hacer en Pedraza
Pedraza es un pueblo que se puede recorrer fácilmente a pie, disfrutando de su ambiente medieval y de su belleza arquitectónica. Algunos de los lugares que no te puedes perder son:
- La Plaza Mayor, el corazón del pueblo, donde se concentran los principales edificios civiles, como el ayuntamiento, la casa del águila o la casa de la cadena. Es una plaza porticada, de forma irregular, que conserva el encanto de los siglos XVI y XVII. En ella se celebran eventos culturales, como el famoso Concierto de las Velas, que tiene lugar cada verano y que ilumina la plaza con miles de velas, creando un ambiente mágico.
- El castillo, el símbolo de Pedraza, que se alza sobre una roca al final de la Calle Real. Fue construido en el siglo XIII, sobre una antigua fortaleza árabe, y reformado en los siglos XV y XVI. Tiene una planta cuadrangular, con cuatro torres cilíndricas en las esquinas y un patio de armas en el centro. En su interior se puede visitar el museo de Ignacio Zuloaga, un famoso pintor que compró el castillo en 1926 y lo restauró. Desde el castillo se puede disfrutar de unas magníficas vistas del paisaje segoviano.
- La muralla, que rodea todo el pueblo y que le da su carácter de villa amurallada. Se cree que fue levantada en el siglo XI, aprovechando los restos de una antigua cerca romana. Tiene una longitud de unos 1.200 metros y una altura media de 10 metros. Cuenta con cinco puertas de acceso, siendo la más emblemática la Puerta de la Villa, que se abre en la Plaza Mayor y que tiene un arco de medio punto y un escudo de los Tovar.
- La iglesia de San Juan Bautista, el principal templo religioso de Pedraza, que se encuentra en la Plaza Mayor. Es una iglesia de estilo románico, con elementos góticos y renacentistas, que se construyó entre los siglos XIII y XVI. Tiene una nave única, con una cabecera semicircular y una torre campanario. En su interior se pueden ver varios retablos, esculturas y pinturas de gran valor artístico.
- La cárcel, un edificio del siglo XIII que se usó como prisión hasta el siglo XIX. Se encuentra junto a la Puerta de la Villa y se puede visitar previa reserva. En su interior se conservan las celdas, los grilletes, las cadenas y los instrumentos de tortura que se empleaban para castigar a los presos. Es un lugar que impresiona por su crudeza y que muestra la dureza de la vida en la Edad Media.
Además de visitar estos lugares, Pedraza ofrece otras actividades para disfrutar de su entorno natural y cultural, como hacer senderismo por los alrededores, degustar su gastronomía típica, basada en el cordero asado y el cochinillo, o participar en sus fiestas populares, como la de San Juan, la de Santa Eulalia o la de la Virgen del Carrascal.
En definitiva, Pedraza es un pueblo que merece la pena conocer, por su historia, su patrimonio y su encanto. Es un lugar que te transporta a otra época y que te hace sentir la esencia de Castilla. Si buscas una escapada rural, Pedraza es una opción perfecta para desconectar y disfrutar de la belleza de uno de los pueblos más bonitos de España.