El reciclaje textil ya forma parte de la vida diaria de millones de familias en todo el mundo

El reciclaje textil es, en resumen, el proceso de transformar los residuos textiles y la ropa usada en nuevos productos o materiales. De esta forma, se evita el desecho inadecuado de estos artículos, que suponen un grave problema ambiental y social. Según el informe Análisis de la recogida de la ropa usada en España, en nuestro país se desechan unas 900.000 toneladas de ropa al año, y el 88% acaba en vertederos. Esto supone una gran pérdida de recursos, una emisión de gases de efecto invernadero y una amenaza para la biodiversidad.
Sin embargo, cada vez son más las personas que optan por dar una segunda vida a sus prendas, ya sea donándolas, vendiéndolas, intercambiándolas o transformándolas. Así, el reciclaje textil se ha convertido en una práctica cotidiana que beneficia tanto al medio ambiente como a la economía y la sociedad. Si quieres saber más sobre cómo funciona el reciclaje textil, qué beneficios tiene y qué iniciativas existen para fomentarlo, atento, porque a continuación vamos a entrar en profundidad en ello.
¿Cómo funciona el reciclaje textil?
El reciclaje textil se puede realizar de diferentes formas, según el estado y el tipo de las prendas. Una de las más habituales es la reutilización, que consiste en dar un nuevo uso a la ropa que todavía está en buen estado. Esto se puede hacer mediante la donación a entidades sociales, la venta a tiendas de segunda mano, el intercambio entre particulares o el alquiler de prendas. De esta forma, se alarga la vida útil de las prendas y se reduce el consumo de nuevas.
Otra forma de reciclaje textil es el reciclado, que consiste en transformar la ropa que ya no se puede usar en nuevos productos o materiales. Esto se puede hacer mediante procesos mecánicos, químicos o biológicos, según el tipo de tejido. Por ejemplo, el algodón se puede desfibrar y convertir en nuevos hilos, el poliéster se puede fundir y moldear en nuevas formas, y la lana se puede compostar y convertir en abono. Los nuevos productos o materiales que se obtienen pueden ser textiles o no, como por ejemplo papel, aislantes, rellenos o combustibles.
¿Qué beneficios tiene el reciclaje textil?
El reciclaje textil tiene múltiples beneficios para el medio ambiente, la economía y la sociedad. Entre ellos, se pueden destacar los siguientes:
- Reduce el impacto ambiental de la industria de la moda, que es una de las más contaminantes y consumidoras de recursos del mundo. Según la ONU, la producción de una camiseta de algodón requiere unos 2.700 litros de agua, y la de un vaquero unos 7.000. Además, la industria textil genera el 10% de las emisiones globales de CO2, y el 20% de las aguas residuales. El reciclaje textil permite ahorrar agua, energía, materias primas y reducir las emisiones y los residuos.
- Genera empleo y riqueza, tanto en el sector formal como en el informal. Según la Fundación Humana, que gestiona la recogida y el reciclaje de ropa usada en España, esta actividad crea unos 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos en nuestro país. Además, el reciclaje textil favorece el desarrollo de la economía circular, que se basa en el aprovechamiento de los recursos y la minimización de los desechos, y que según la Comisión Europea podría generar un ahorro de 600.000 millones de euros al año en la UE.
- Contribuye a la inclusión social y la cooperación al desarrollo, al apoyar a las personas y comunidades más vulnerables. Por un lado, el reciclaje textil permite que muchas personas accedan a ropa de calidad a precios asequibles, lo que mejora su bienestar y su autoestima. Por otro lado, el reciclaje textil permite financiar proyectos sociales y ambientales en países en vías de desarrollo, como por ejemplo la educación, la salud, la agricultura o la protección de la biodiversidad.
¿Qué iniciativas existen para fomentar el reciclaje textil?
El reciclaje textil es una responsabilidad compartida entre los consumidores, los productores, los distribuidores y las administraciones públicas. Por ello, existen diversas iniciativas para fomentar esta práctica desde diferentes ámbitos. Algunas de ellas son las siguientes:
- Campañas de sensibilización y educación, que buscan concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar la ropa, y ofrecer consejos e información sobre cómo hacerlo. Un ejemplo de este tipo de iniciativas es la campaña Recicla tu ropa, que organiza la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil (ASIRTEX) con el apoyo de varias entidades públicas y privadas.
- Contenedores y puntos de recogida de ropa usada, que facilitan la separación y la recogida de las prendas que ya no se quieren o no se pueden usar. Estos contenedores y puntos de recogida pueden estar gestionados por entidades sociales, como Cáritas, Humana o Koopera, o por empresas privadas, como Texlimca o Gesas. En algunos casos, se ofrecen incentivos a los donantes, como descuentos, sorteos o regalos.
- Recogida de ropa usada en las tiendas, que implica la colaboración de las marcas de moda con las entidades de reciclaje textil. Algunas de las marcas que ofrecen este servicio son Inditex, Mango, El Corte Inglés o Alcampo. En algunos casos, se ofrecen vales de compra o tarjetas de fidelización a los clientes que entregan su ropa usada.
- Normativa y legislación, que regula y promueve el reciclaje textil desde el ámbito público. Un ejemplo de este tipo de iniciativas es la Directiva (UE) 2018/851, que modifica la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos, y que establece que a partir de 2025 los Estados miembros deberán recoger de forma separada los residuos textiles. Otro ejemplo es el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022, que incluye entre sus objetivos el fomento del reciclaje textil.